domingo, 8 de octubre de 2017

IMPORTANCIA DE LA LATERALIZACIÓN EN EL APRENDIZAJE



La lateralidad bien definida favorece el aprendizaje infantil

A menudo oímos hablar de la lateralidad como un aspecto importante para el correcto desarrollo de los aprendizajes, y así es. El establecimiento de la lateralidad implica el asentamiento de un lado del cuerpo en la realización de la mayoría de tareas, esta dominancia se establece en 4 partes importantes de nuestro cuerpo: el ojo, la mano, el pie y el oído. 
Resultado de imagen de imágenes niño mirando por un telescopio Resultado de imagen de dominancia pie izquierdo
En nuestra sociedad la mayoría somos diestros, lo que no implica que el hecho de ser zurdo pueda dar lugar a dificultades a nivel de aprendizajes, aunque resulta importante tener en cuenta que el tipo de escritura que realizamos está pensado, por su direccionalidad, para personas diestras y este hecho implica ciertas incomodidades para los zurdos,  quienes a menudo deben adoptar posiciones incómodas cuando escriben, para poder ver lo que están realizando.
                                                        Resultado de imagen de dominancia pie izquierdo


El establecimiento de una lateralidad bien definida implica que el niño y la niña puedan tener unos referentes corporales más claros, facilitando de este modo el dominio del esquema corporal y de este modo la orientación espacial que resulta tan importante en el desarrollo del aprendizaje de la lectoescritura.


En el estudio de la lateralidad es fundamental distinguir entre las tareas aprendidas y las tareas innatas, puesto que en algunas ocasiones los niños copian de otras personas la preferencia manual en las tareas de lectura y escritura, mientras que en otras tareas de tipo más innato como son abrir una puerta, coger las cosas, peinarse, … utilizan la mano contraria, pudiendo haberse equivocado de este modo al utilizar la mano no dominante en tareas de aprendizaje.

Resultado de imagen de imágenes niño abre puerta Resultado de imagen de imágenes niño peinándose

En el único aspecto en el que es recomendable que se establezca únicamente una dominancia diestra es en el oído, aunque el resto de las dominancias sean zurdas. Esto es debido a que el procesamiento de la información auditiva es más eficaz desde el oído derecho, mientras que desde el oído izquierdo este procesamiento de la información resulta más lento y por tanto menos eficaz.

Los niños con una lateralización bien definida tienen una buena organización psicomotora que les permite realizar mejor algunas tareas de aprendizaje, como coordinar el movimiento de la mano con la mirada para escribir, entre otras. También facilita la comprensión de conceptos espaciales. Por ello, es importante un buen desarrollo de la lateralidad para el aprendizaje infantil.

El desarrollo de una lateralidad homogénea y bien definida: que el ojo, oído, mano y pie que usamos preferentemente sean del mismo lado del cuerpo, asegura que el cerebro construya circuitos neuronales lo más eficientes posibles. Así el cuerpo se moverá de forma equilibrada y armónica, dado que no se tiene que retorcer para poder ver con el ojo de un lado qué es lo que escribe la mano contraria.
Así explicado parece obvio pero muy pocos padres y educadores son conscientes del proceso de lateralización que está siguiendo el niño.

Cuando nuestra lateralidad ha completado su desarrollo, nuestro cuerpo y nuestro cerebro posee entonces un punto de referencia desde donde poder situar la izquierda y la derecha, arriba y abajo. Por eso a los niños hasta los 4 o 5 años les cuesta tanto diferenciar entre una y otra o saber en qué pie ponerse cada zapato.
Este punto cero del eje de coordenadas le da la capacidad al niño de percibir el orden (espacial y temporal) de las cosas. Le ayuda a situarse en el espacio: delante, detrás, arriba, abajo y en el tiempo: ayer, hoy, mañanaEsto facilita enormemente la lectura. 
Si nos enfrentamos a la lectura de tres letras seguidas, no es lo mismo leer p-a-r, que r-a-p o p-r-a. La diferencia la marca el orden. 
Cuando trabajamos con el lenguaje oral se trata de una secuencia temporal (en qué orden oímos las letras, palabras, etc.) y cuando se trata de lenguaje escrito, se añade además la secuencia espacial (en qué orden vemos que están escritas o escribimos nosotros mismos las letras, palabras, etc.)
Puede que el cerebro del niño alcance la maduración suficiente para discriminar visualmente entre b - d o p - q y a nivel auditivo sea capaz de distinguir entre los sonidos de ambas cosas, pero si no tiene una lateralidad bien definida no sabrá ordenarlo en el espacio ni en el tiempo, con lo que fracasará al leerlo o al escribirlo.

Si fracasamos en el proceso de lecto-escritura todo el aprendizaje posterior queda comprometido puesto que está condicionado por este proceso. Tenemos que tener en cuenta que el lenguaje oral y escrito es una función para la cual sólo el cerebro humano está capacitado y el hecho de poder empezar a ejercerla desde tan pequeños es todo un lujo (y una gran aventura).

Otro aspecto relevante a tener en cuenta en el estudio de la lateralidad consiste en distinguir entre dominancia ocular motora y dominancia ocular sensorial, puesto que de lo contrario, valorando tan sólo la dominancia ocular motora podemos realizar diagnósticos erróneos de lateralidad cruzada.
La dominancia ocular motora es aquella que nosotros escogemos de forma innata para realizar acciones espontáneas como puede ser:  mirar a traves de un tubo o un calidoscopio, mirar a lo lejos a través de un hueco. En cambio la dominancia ocular sensorial es la más importante en relación al aprendizaje, ya que es la que guía los procesos de percepción, conviene tener en cuenta que para la valoración de esta dominancia deber estar correctamente configurada la binocularidad. 

 Resultado de imagen de imágenes visión binocular                     Resultado de imagen de imágenes visión binocular
¿Qué es la visión binocular?



Nuestros ojos ocupan una posición diferente en nuestra cara y eso provoca que la imagen que nos llega al cerebro por el ojo izquierdo y por el derecho, no sea la misma. Sin embargo, cuando vemos a través de los dos ojos obtenemos un único campo de visión por el que percibimos la distancia entre los objetos y la profundidad propia de un mundo tridimensional, y esto sucede gracias a que nuestro cerebro combina ambas imágenes integrándolas en una sola. A este tipo de visión es a la que llamamos visión binocular o estereoscópica.


Podemos pensar que si un niño tiene una lateralidad poco o mal definida sólo le afectará en las asignaturas de lengua, conocimiento y a lo sumo en matemáticas (tampoco es lo mismo 1-2-3, que 3-1-2) pero lo cierto es que el resultado de una mala lateralización afecta a cómo se vive y se sitúa él en el espacio con lo que quedan comprometidos también los aprendizajes corporales (deportes o plástica). Y ni que decir tiene que también afecta a otros leguajes (música o idiomas).

Actividades que podemos hacer para el desarrollo de la lateralidad.

Las actividades propuestas sirven para estimular el desarrollo de la lateralidad y establecimiento de la dominancia. Con la estimulación conseguimos nuevas vías y un sistema nervioso organizado.

  1. Actividades de esquema corporal: señalar, reconocer y nombrar partes del cuerpo.
  2. Actividades de estructuración espacial: reproducir un modelo teniendo puntos de referencia, copia de un modelo sin referencias, reconocer errores en dibujos semejantes, reconocer la posición.
  3. Actividades de coordinación dinámica manual: lanzar y coger objetos, tirar a un blanco, abrir y cerrar la mano, coordinación, lanzar objetos de una mano a otra, construcciones, mantener objeto en equilibrio en una mano mientras se realiza otra acción con la otra mano, dibujos con los dedos.
  4. Actividades de refuerzo de la lateralidad: repasar la mano dominante, ubicación de objetos y personas con respecto a uno mismo, situar objetos a la derecha y a la izquierda, cerrar los ojos e identificar objetos a la izquierda y a la derecha, ejercicios de ritmo (que impliquen uso de la parte derecha o izquierda), recorridos marcados, situar objetos con respecto a otros objetos, localizar letras que estén invertidas, etc.
  5. Actividades de refuerzo de discriminación de grafemas (letras): crucigramas, sopas de letras, asociar letras iguales con flechas, reconocer palabras que tengan determinada letra, letras iguales a un modelo, etc.
  6. Actividades de refuerzo de la coordinación visomanual: movimientos oculares (hacia arriba, abajo, derecha, izquierda), movimientos de  un solo ojo, actividades de picado y de rasgado, recortar y pegar, pintar y colorear, calcar y dibujar, caminos y laberintos, etc.

Aquí os dejamos una actividad muy atractiva, encontrada en la web de https://www.alikindoi.com/, para trabajar con nuestros peques la lateralidad y la simetría 



Fuentes: 
https://www.elbebe.com/educacion/una-lateralizacion-bien-definida-favorece-aprendizaje-infantil


http://www.cginer.es/2011/11/05/la-importancia-de-la-lateralidad-en-el-aprendizaje/

http://educayaprende.com/lateralidad-6-actividades-que-podemos-hacer-para-su-desarrollo/
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